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La formación profesional de nuestros educadores: una necesidad estratégica. | Maestría internacional en Educación

La formación profesional de nuestros educadores: una necesidad estratégica.

marcelo_dorfsman

Actualmente las instituciones educativas en general y las judías en particular se enfrentan a desafíos probablemente sin precedentes.

Cada sistema educativo es complejo y en América Latina esta complejidad deriva de las particularidades locales. A modo de ejemplo, el factor económico y las necesidades de financiamiento son una constante, a pesar de que en algunos países la crisis sea más profunda y generalizada que en otros.  Asimismo, al hablar de formación docente, algunos países tienen institutos de formación propios y otros reflejan dependencia de la “importación” de docentes, emisarios, emigrados israelíes, etc.

No obstante, aun cuando haya diferencias, encuentro tres aspectos que considero comunes a todos los sistemas educativos: la profesionalización de los educadores, la relación con Israel y la actualización permanente en las propuestas curriculares.

a. La profesionalización de los educadores:

¿A qué denominamos “profesionalización”? Domingo Contreras (Domingo, 1997) se refiere a tres aspectos a tomar en cuenta en la definición de “profesionalidad”: el aspecto técnico-pedagógico, el aspecto ético-moral y el compromiso con la comunidad. ¿Son adecuados estos criterios para nuestros educadores? Efectivamente lo son. ¿Pero son suficientes?  No lo creo.

Profesionalizar es ofrecer una carrera, un horizonte y un futuro. Considero que la titulación en los profesorados y los cursos de capacitación que se ofrecen desde las comunidades locales o desde Israel son muy importantes y es un deber seguir ofreciéndolos. Pero mi aspiración es que nuestros educadores no se “conformen” con el profesorado y con estos cursos. Ofrecer carrera es pensar en un desarrollo en el mediano y largo plazo, que le brinde al educador herramientas y conocimientos profundos para poder convertirse en un generador de conocimientos, un soporte para sus colegas, un innovador curricular y un emprendedor social en el campo de la educación judía.

Parafraseando a Machado, carrera es hacer camino al andar - generar nuevas propuestas intra, inter o extra-institucionales. Carrera es la capacidad de generar redes profesionales nacionales y transnacionales de apoyo, sostén y asesoramiento (Dorfsman, 2012). Carrera es verse a sí mismo en el campo en los próximos 5, 10 o 20 años, en diferentes roles e instituciones; es decir, pensarse en la educación judía en el mediano y largo plazo, y no como un paso de transición hacia otros horizontes.

 b. La relación con Israel

Israel es desde mi perspectiva un componente esencial en todo programa de educación judía. Sin volver a la visión paternalista que caracterizó a la relación entre Israel y las comunidades judías (en especial en lo educativo) hasta la década de los ochenta, no se puede negar el hecho de que Israel -expresión soberana del pueblo judío- es una fuente de creación y de inspiración en la cultura, el arte, la ciencia y la tecnología.

Tener a Israel como referencia no significa acordar con todas sus políticas ni tampoco considerarlo como lugar obligado de Aliá, tal como lo consideraba la educación sionista tradicional de los setenta. Pero con toda seguridad coincidirán conmigo al considerar que una educación judía sin la presencia de Israel es, por lo menos, incompleta.

Israel se ha convertido en los últimos años en sinónimo de éxito, de innovación y de emprendimiento en todos los campos. Asimismo, muchos países de América Latina han estrechado sus relaciones con Israel en los últimos años, y han comenzado a considerarlo como socio estratégico para el crecimiento y el progreso.  ¿Cómo se capitaliza todo esto en nuestro sistema educativo? Este es un interrogante que hay que plantearse.

c. La actualización permanente de las propuestas curriculares.

Dos de los componentes centrales de la profesionalidad son la disposición y la capacidad técnico-disciplinar para revisar constantemente las propuestas curriculares. La palabra clave en este caso es “relevancia”. El contenido es relevante no solamente cuando es innovador, está actualizado o es impactante. Todo esto es necesario, pero no es suficiente.

Un contenido es relevante cuando es significativo para aquel que aprende, sea porque es capaz de articularlo con otros contenidos aprendidos previamente (relevancia epistemológica), o bien, porque pertenece a lo que se denomina “el mundo” del niño o del joven que aprende (relevancia psicológica) (Coll, 1987).

El educador que se profesionaliza se somete a un proceso de actualización curricular para sí mismo: dado que se verá en la posición de volver a aprender contenidos previamente aprendidos, pero desde una perspectiva más amplia y profunda. De este modo, el proceso de profesionalización actúa como un espejo en el que el educador se ve reflejado como aprendiente y como enseñante, y en el que la actualización de las propuestas curriculares surge como una necesidad y no una imposición. 

La Maestría en Educación con especialización en Educación Judía del Centro Melton, es el primer programa académico de la Universidad Hebrea, en español y portugués, que brinda a sus participantes la oportunidad de profesionalizarse en su carrera docente.  Aquellos que egresaron de la Maestría consolidaron sus saberes disciplinares, y profundizaron en contenidos fundantes de la educación judía. Realizaron cursos especializados de emprendimiento e innovación y tecnología educativa, recibieron las herramientas necesarias para convertirse ellos mismos en productores y no solamente en consumidores de conocimiento.

La profesionalización de los docentes es, en mi opinión, una necesidad estratégica de las comunidades, y la Maestría responde a esta necesidad proporcionando una oportunidad estratégica a las comunidades para ofrecerles a sus docentes un horizonte profesional. Mi visión es que en cada institución y en cada comunidad, en los próximos 5-10 años haya una masa crítica de egresados de la Universidad Hebrea. Sin duda alguna, esto generará un impacto en la calidad de las propuestas y de todos los equipos docentes.

 

 

 

Fuentes bibliográficas:

Coll, C. (1987). Psicología y currículum.

Domingo, J. C. (1997). La autonomía del profesorado: Ediciones Morata.

Dorfsman, M. (2012). La profesión docente en contextos de cambio: el docente global en la sociedad de la información. [http://www.um.es/ead/reddusc/6]. RED-DUSC. Revista de Educación a Distancia-Docencia Universitaria en la Sociedad del Conocimiento, 6. Retrieved from

 

 

 

Sobre el autor: el Dr. Marcelo I. Dorfsman es Director de Programas Internacionales en el Centro Melton, Colegio de Educación de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y Co-Director de la Especialización en Enseñanza Mediada por Tecnologías, de la Universidad Nacional del Comahue (Argentina).