
¿Cuál es el lugar que ocupa la pregunta en los ámbitos educativos que transitas? ¿Planificas las preguntas que harás a la clase? ¿Qué criterio utilizas para hacer esas preguntas? ¿Cuál es el momento que das para que los estudiantes hagan preguntas? ¿Cómo les enseñas a hacer buenas preguntas? ¿Son las preguntas de los estudiantes las disparadoras para los proyectos que planificas?
Tal como sostiene la educadora Melina Furman (2021) en su libro Enseñar distinto, “las buenas preguntas (y aquí incluyo, también, a los buenos desafíos y a las buenas consignas en general) nos ayudan a plantear retos y problemas y a dar pistas para orientar el aprendizaje”. A esa idea, le suma la tarea que tenemos como educadores de enseñar a preguntar, de utilizar la formulación de preguntas como herramienta, como un contenido en sí mismo que, a su vez, nos permitirá conocer los intereses y conocimientos de nuestros estudiantes. Un ejemplo claro puede ser, como compartimos en el artículo acerca del Chat GPT, donde se plantea el desafío enorme que tenemos de aprender y, a su vez, enseñar cómo se le deben hacer las preguntas.
Ahora bien, ¿cuál es el lugar de la pregunta en el judaísmo? Si vamos directamente a las fuentes, ya podremos encontrar que la curiosidad está en la raíz de la cultura judía: de un libro, la Torá, se han escrito infinidad de libros más, entre ellos, la Mishná y la Guemará. Estos últimos son interpretaciones del primero. La inquietud no solo llevó a los sabios y estudiosos a realizar una interpretación, si no que a partir de ella necesitaron generar una rica literatura. Lo interesante de estos libros interpretativos es la multiplicidad de respuestas que ofrece, dando lugar a diversas formulaciones.
¿Por qué hablar sobre la temática de la pregunta en este momento del año? Justamente, nos estamos aproximando a una de las celebraciones más importantes del calendario judío: Pesaj, una festividad que dura ocho días y conmemora la liberación del pueblo judío, liderada por Moisés, de la esclavitud en Egipto hace más de 3.000 años. La tradición nos indica que debemos reunirnos en familia y realizar un seder, un orden de pasos para celebrar que fuimos liberados de la esclavitud, reflexionando también sobre qué significa ser libres. En la Hagadá nos encontramos con el orden, los relatos, explicaciones y bendiciones correspondientes. La mesa que rodeamos se llena de elementos que simbolizan algo especial y que cumplen una función determinada en el Seder. Entre ellos encontramos comidas, canciones y relatos.
Cuando revisamos todos los pasos que comprende el seder de Pesaj, nos encontramos, si prestamos atención, con una secuencia didáctica. Cada uno de los pasos tiene un sentido, cumple una función y, a su vez, nos enseña algo. A quienes ya conocen la historia, los invita a recordarla y a reflexionar sobre algunos puntos que propone. A quienes no la conocen, cada uno de los elementos que acompañan la noche les enseña un aspecto diferente de lo que se conmemora en la fecha.
Uno de los momentos de la noche es el hacer preguntas respecto a la festividad, siendo los niños los protagonistas. Y si bien se les podría dar el lugar para que hagan sus preguntas, tal como mencionamos antes, cada momento cuenta con un recurso pedagógico que acompaña y busca alcanzar los objetivos. Es así que se utiliza una canción como disparador: una de las tradiciones más importantes de la cena de Pesaj es cantar el Ma Nishtana ("¿Qué es lo que cambia?"), un conjunto de cuatro preguntas que van siendo respondidas a lo largo de la canción. ¿Por qué es tan importante que esto suceda? ¿Por qué debemos generar curiosidad durante el Seder para que los niños estén involucrados en los pasos de la cena y conocer la historia? Rabbi Sacks (2017) sostiene que “a menos que los padres transmitan sus recuerdos e ideales a la próxima generación, la historia de cómo ganaron su libertad y las batallas que tuvieron que pelear en el camino, el largo viaje se tambalea y nos perdemos.”[1]. A su vez, en la Hagadá aparecen fragmentos de la Torá en los que se menciona que cuando los hijos pregunten a sus padres acerca de por qué realizamos rituales para recordar la historia de Pesaj, debemos contarles que fuimos esclavos y luego liberados. Ya se asume que los hijos preguntarán. La pregunta tiene valor, es necesaria y nos sostiene. La curiosidad asegura nuestra continuidad. Sacks añade, en referencia a los versículos que aparecen en la Hagadá, “al leerlos juntos, los sabios llegaron a la conclusión de que [1] los niños deben hacer preguntas, [2] la narración de Pesaj debe construirse en respuesta a las preguntas formuladas por un niño y comenzar con ellas, [3] es el deber de un padre para animar a sus hijos a hacer preguntas, y al niño que todavía no sabe cómo preguntar se le debe enseñar a preguntar.”[2] Hace ya muchísimos años se entendía que la pregunta es fundamental en la educación.
Las preguntas nos empujan a investigar, a indagar nuevos rumbos, a probar, a intentar. A los docentes y a los estudiantes. Tal como en la cultura judía esto se reconoce desde hace ya muchísimos años, como educadores debemos entender la importancia de generar curiosidad, de hacer las preguntas correctas que generen interés en aquello que consideramos relevante. Y también considerar que sus preguntas deben ser tomadas en cuenta para detenernos a pensar el qué y el cómo de lo que hacemos. Las tradiciones de Pesaj son uno de los ejemplos del lugar y el valor que se le da a la pregunta en el judaísmo.
Pensar y repensar cuáles son las metodologías que utilizamos y qué estrategias elegimos debe ser un ejercicio constante de nuestro rol. La formación y transformación profesional y el perfeccionamiento de nuestra práctica son elementos claves.
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[1] “Unless parents hand on their memories and ideals to the next generation – the story of how they won their freedom and the battles they had to fight along the way – the long journey falters and we lose our way.” - The Necessity of Asking Questions, Rabbi Sacks, 2017.
[2] “Reading them together the Sages came to the conclusion that [1] children should ask questions, [2] the Pesach narrative must be constructed in response to, and begin with, questions asked by a child, [3] it is the duty of a parent to encourage his or her children to ask questions, and the child who does not yet know how to ask should be taught to ask.” - The Necessity of Asking Questions, Rabbi Sacks, 2017.
Referencias bibliográficas
Furman, M. (2021). Enseñar distinto: Guía para innovar sin perderse en el camino. Buenos Aires: Siglo XXI.
The Necessity of Asking Questions, Rabbi Sacks, 2017.