La mayoría de nuestros estudiantes de maestría son educadores que trabajan para programas judíos, escuelas diurnas y organizaciones. Sin embargo, cada año también tenemos estudiantes de diferentes orígenes. Lili Ma se graduó hace una semana con de la Maestría en Educación, con especialización en Educación Judía. Su motivación para tomar esta maestría es inusual y fascinante. Traemos su historia basada en una breve entrevista tomada poco después de la ceremonia de graduación.
¿Cómo te has interesado en el campo de la educación judía?
Entre 2012 y 2015, después de graduarme con una licenciatura en inglés, comencé a trabajar como portavoz y subjefe de asuntos culturales y académicos del Consulado General de Israel en Shanghái. Después de eso, trabajé para una compañía de diamantes israelí y fui responsable del mercado chino local hasta 2019. Como he estado trabajando con colegas judíos durante muchos años, las comunidades chinas locales siempre consideran al pueblo judío como la nación más inteligente del mundo, he recibido algunas invitaciones de bibliotecas locales para dar conferencias y hablar sobre mi experiencia "de primera mano" de trabajar con colegas judíos.
Cuando di conferencias sobre Israel y la cultura judía a los oyentes locales, a partir de las preguntas que formularon con frecuencia me di cuenta de lo ansiosos que están los padres chinos por resolver los problemas educativos de sus hijos. Estaban tan curiosos acerca de lo que podían aprender del pueblo judío con respecto a una educación exitosa. Su impresión también se basó en el alto número de judíos ganadores del premio Nobel. Consideran que la nación judía es 'una nación exitosa'.
Observé más y más problemas relacionados con nuestro actual sistema educativo en China. Empecé a darme cuenta de que necesitamos explorar, en cierta medida, una nueva visión para la educación china, y comencé a pensar seriamente en qué podía aportar desde mi propio conocimiento y experiencia. Consulté a varios profesores de la Universidad Sun Yat-sen, una de las mejores universidades de China donde obtuve mi B.A.. Apoyaron mi forma de pensar y acordaron escribir cartas de recomendación para mí. En 2019 solicité unirme al programa de Maestría en Educación Judía en la Universidad Hebrea. Tuve la suerte de ser admitida y comencé mis estudios de dos años a mediados de marzo de 2020, el semestre de primavera de ese año académico, el fatídico momento en que estalló el Covid-19 a nivel mundial.
Los dos años de estudios de tiempo completo para la Maestría en Educación Judía han sido un punto de inflexión en mi vida; cambió significativamente mi vida personal, así como mi vida profesional. Al principio, mi intención era usar los dos años para explorar sistemáticamente el "secreto fundamental" de los logros exitosos del pueblo judío en general: en los negocios, la academia, la ciencia, etc. Pero en el segundo año académico, me encontré, como no judía, esencialmente impresionada y espiritualmente elevada por el estudio de los textos bíblicos, así como por el Midrash y el Talmud. Arrojan luz sobre toda nuestra vida: de dónde venimos, cómo se espera que llevemos nuestras vidas y hacia dónde iremos. Empecé a sentir que yo misma estaba obteniendo el beneficio de una educación judía.
¿Qué conocimientos has obtenido durante sus estudios sobre la educación judía como sistema?
La educación judía enfatiza la innovación. Ya desde la época de Abraham, Abraham mismo fue un innovador. La educación tradicional china es todo lo contrario. Tenía mucho que ver con la confirmación, y se trata de cómo seguir y respetar tu autoridad. Este es un punto clave que marca la diferencia.
Uno de los artículos del seminario que escribí comparé el confucianismo con la teoría de Maimónides del 'camino dorado'. En este artículo, intentaba afirmar que la teoría educativa de Maimónides enfatiza el desarrollo personal saludable, especialmente el desarrollo del carácter, mientras que el confucianismo considera imprescindible estar en armonía con su entorno, especialmente con sus subordinados. Creo que este es uno de los principales factores que bloquean la innovación, especialmente en el campo científico. Otro ejemplo inspirador de la educación judía son los rituales judíos de bar y bat mitzvah de mayoría de edad. La ceremonia marca el comienzo de su responsabilidad por sus propias acciones. Se vuelven responsables de cada palabra que hablan o acto que hacen hacia el mundo. Eso los hace muy independientes y muy innovadores.
¿Qué harías ahora con tus nuevos conocimientos? ¿Tienes planes para después de la graduación?
Mientras estudiaba, comencé a repensar mi futura vida profesional y consideré la posibilidad de convertirme en educadora, y cómo eso podría ser una forma útil de impactar la vida de otras personas. Lo que estoy haciendo ahora es buscar oportunidades locales para enseñar. Creo en el poder de la educación y tengo la visión de utilizar el rol de educador para convertir el mundo en un lugar mejor. Siento que he encontrado una manera de compaginar mi vida personal con mi vida profesional.