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¿Qué transformaciones ha atravesado el antisemitismo después del Holocausto? | Maestría internacional en Educación

¿Qué transformaciones ha atravesado el antisemitismo después del Holocausto?

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La culminación de miles de años de odio hacia el judío se dio cuando la idea y el mito de la historia como progreso, convivieron con la más perfecta planificación científica de asesinato masivo: la Shoá.

(Barón, 1976)

 

El Holocausto significó el exterminio de dos terceras partes del judaísmo europeo, al tiempo que confrontó a la conciencia occidental con las paradojas de la modernidad: a la razón y la ciencia –vías de liberación que la ilustración había soñado–, se le unió el odio histórico. Odio histórico y discurso científico.

La creación del Estado de Israel en 1948, dio lugar al nacimiento del nuevo terrorismo internacional, aunado a la propaganda antijudía por el conflicto árabe-israelí.  La guerra de 1967 y las implicaciones mundiales de Israel como un Estado conquistador y colonialista, dieron como resultado la resolución del 10 de noviembre de 1975 de la ONU, en donde se exponía que el sionismo es una amenaza para la paz y seguridad mundiales y se pidió a los países que se opusieran a esa ideología racista e imperialista (Niremberg, 2013).

Las posturas de Della Pérgola y de Goldstein resultan más que interesntes:

“Las nuevas formas del odio al judío tampoco han sucumbido en la época contemporánea. La llegada de refugiados, la creación del Estado de Israel, la radicalización de la izquierda en relación con su discurso frente al conflicto palestino-israelí, la reconfiguración política de las derechas europeas y la emergencia del Islam radical son factores clave que hemos de tener en cuenta a la hora de reformular su existencia desde mediados del siglo XX hasta el siglo XXI y que marcan, al día de hoy, su continuidad, jugando un papel fundamental en lo que se ha denominado antisemitismo ideológico” (Della Pérgola, 1993: 35).

“La derrota del nazismo no provocó la desaparición del antisemitismo, pero si provocó una transformación interesante: lejos de desaparecer, el antisemitismo continuo, a través de diversas corrientes subterráneas, como antiguos nazis, círculos de la iglesia católica y sectores marginales que adoptaban teorías o estereotipos nazis como factor de protesta -por ejemplo, el caso de las cabezas rapadas” (Goldstein, 2016: 3).

Es preciso mencionar que después del Holocausto, el fenómeno antisemita se puede analizar desde cuatro perspectivas: antisemitismo gubernamental neonazismo y negación de la Shoá, el antisemitismo islámico y antisionismo, el nuevo antisemitismo. 

¿En qué se diferencia el “viejo” antisemitismo del “nuevo” antisemitismo?

Para poder comprender en que se diferencian el “viejo” antisemitismo del “nuevo”, realizaré una breve descripción de cada uno, para posteriormente entender la diferencia.  En el viejo antisemitismos se odia por la religión, por la culpa colectiva a todos los judíos por la Crucifixión de Jesús, en donde surge el concepto de “Deicidio”. De aquí derivan cuatro factores, tal como lo explicó el Dr. Yossi Goldstein (2023):

  • El factor económico: Estigma del prestamista, judío usurero.
  • El factor político-militar: Inicia con las Cruzadas en el año 1096, fueron consecuencia de la conjunción cristiana y su mirada territorial hacia la Tierra Santa y el Santo Sepulcro, con el militarismo típico de las monarquías europeas. Se comienza con las conversiones forzosas que se implementaron en las comunidades del Rin. 
  • El factor social: La figura del chivo expiatorio del judío como culpable de epidemias y miserias, tal como la Peste Negra en 1324. 
  • El factor religioso: La demonización del judío y los líbelos de sangre.

 

Dentro del antisemitismo moderno se retoman prejuicios medievales, tal como la teoría conspirativa, presentada en “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, por el gobierno zarista a principios del siglo XX.  El antisemitismo moderno se basa en la teoría racial adoptada por el nazismo. 

En la Edad Media, el líbelo de sangre era una manera de manifestar el odio hacia el judío a través de la acusación del crimen ritual. Los judíos eran reconocidos por todo el mundo como los seres distintos de la sociedad y de aquí podemos rescatar el concepto utilizado por el famoso historiador contemporáneo, Salo Barón de dislike the unlike: aversión u odio hacia lo desconocido. (Barón, 1978). 

En la modernidad este concepto evolucionó y ya no sólo era una cuestión religiosa, el bautismo ya no era la solución a la cuestión judía, ya que las ideas de la ilustración y los avances científicos, tuvieron un efecto en el desarrollo del antisemitismo biológico, donde derivó todavía más la crítica antijudía hacia canales nacionalistas y se plasmó el antisemitismo político. 

En los pronunciamientos nacionales de morir por la patria y que las religiones bajaron su popularidad a la luz de las ideas de la ilustración, los ecos patrios, se convirtieron fácilmente en una concepción de la superioridad racial basada en vínculos de “sangre y suelo” que convertían a la razón de un conglomerado voluntario de individuos (Nirembreg, 2013). 

Al entender los factores explicados en el párrafo anterior se puede considerar “nuevo” antisemitismo, todos los eventos de odio racial y xenofobia posteriores al Holocausto y a la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, no es casualidad que los movimientos antisemitas en las últimas décadas tengan el lema de “judíos afuera”.

De acuerdo con Goldstein, el antisemitismo actual tiene que ser estudiado desde una óptica multifacética y abierta. “Ello implica que el viejo odio antisemita adoptó nuevas formas y manifestaciones, y que no es suficiente analizarlo desde la óptica del odio teológico medieval o del odio racial nazi”. 

Se pude vislumbrar el nuevo antisemitismo, con una de las tendencias en la difusión de la literatura nazi por medio de sitios de internet y redes sociales en donde su máxima expresión es la negación del Holocausto, ya sea disminuyendo las estadísticas de muerte, negando la existencia de las cámaras de gas, o bien poniéndolo como un hecho como consecuencia de la guerra. 

Otra expresión es que la Shoá fue una invención conspirativa judía para hacer posible la creación del Estado de Israel. Estas tendencias se reflejan en el antisionismo, para emitir argumentos antijudíos, tal como el movimiento BSD (Boicot, Desinversiones y sanciones contra Israel). 

De igual manera esta tendencia se refleja en los eventos deportivos, tal como el futbol, así como en eventos musicales, en donde son el foro perfecto para dar presentar sus manifestaciones de odio, con banderas e himnos neonazis. También, el lema “Free Palestine” se puede mezclar con un antisemitismo virulento que cuestiona la existencia del Estado de Israel. 

Tal como lo menciona el Dr. Yossi Goldstein en su texto, “el odio racial, étnico y religioso conlleva un potencial peligro, sea contra los judíos o cualquier otra minoría- El final posible, no obligatorio, de este proceso puede ser extremista, el exterminio de esta minoría como enemigo interno”.  

A partir de los tristes sucesos del 7 de octubre de 2023, el concepto de antisemitismo ideológico se ha hecho más presente en el sistema internacional debido a su estrecha relación con el antisionismo. Es importante considerar si el antisionismo como una forma de antisemitismo. 

El uso de este término es delicado, ya que ha sido producto de la evolución que el odio hacia el judío ha adquirido en épocas y contextos diversos, cuya fenomenología solo se puede comprender si se estudia a profundidad cada una de sus variables desde la antigüedad. El factor de la migración judía ha dado lugar al surgimiento de partidos de derecha en Europa, así como a las posturas antisionistas de los organismos internacionales que propagan en los medios de comunicación que el Estado de Israel es una amenaza para la paz mundial, lo que refuerza la identidad del antisemitismo (Bosker, 2011).

La definición de antisemitismo según la IHRA (Alianza Internacional para la Recordación del Holocausto) es, Antisemitism is a certain perception of Jews, which may be expressed as hatred toward Jews. Rhetorical and physical manifestations of antisemitism are directed toward Jewish or non-Jewish individuals and/or their property, toward Jewish community institutions and religious facilities”. 

No obstante, de acuerdo con “The Jerusalem Declaration on Antisemitism”, la definición de la IHRA, es incompleta y se sujeta a diversas interpretaciones. Por tanto, expertos en el tema considera la definición de antisemitismo la siguiente:

“Antisemitismo es discriminación, prejuicio, hostilidad o violencia contra los judíos como judíos (o instituciones judías como judías)”.

La IHRA, así como la Declaración de Jerusalem contra el antisemitismo, dan ciertos ejemplos contemporáneos para comprender el antisemitismo en la vida pública, en las esferas religiosas y sociales. 

Sin embargo, no toda crítica a Israel puede considerarse como antisemitismo. Cabe destacar, que Israel es un Estado democrático en el cual existe una diversidad de opiniones, cuando se hace un llamado a la matanza de judíos en nombre de una ideología radical. También, con el fundamentalismo religioso. 

Se considera antisionismo cuando se dice que los judíos hicieron una exageración del Holocausto y de los asesinatos perpetuados en las cámaras de gas. O bien, haciendo una negación radical de la Shoá, con el objetivo de una conspiración judía para tener el Estado de Israel.  Es preciso mencionar que el anti-israelismo o antisionismo se hace palpable cuando se repudia la existencia de un Estado propio negando la autodeterminación de un pueblo, al utilizar un discurso con estereotipos judíos o bien, comparar a Israel con los nazis o con el terrorismo de Estado.

Es importante destacar que el conflicto árabe-israelí es comúnmente utilizado en este tipo de discurso, por lo que son consideradas como antisionismo cuando se utilizan símbolos, imágenes o estereotipos del antisemitismo clásico.  También, cuando judíos de la diáspora son culpados en sus países por ser más leales a Israel que a sus propias naciones.  

Negar la autodeterminación de Israel como Estado soberano es negar la democracia a nivel internacional. Por otro lado, se da más opinión pública internacional a las ideas del islamismo radical que utiliza teorías conspirativas y el viejo odio teológico hasta el día de hoy. 

 

 

 

Fuentes de Referencia:

Bibliografía: 

-           Barón, Salo W. (1976-1977) “Los modelos cambiantes del antisemitismo” Dispersión y Unidad. Disponible en: http://www.radiojai.com.ar/online/notiDetalle.asp?id_ Noticia=7491 [Consultado el 28 de noviembre de 2020]. 

-           Bokser Liwerant, Judit (2001) “El antisemitismo: recurrencias y cambios históricos”.  Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México, UNAM. Pp.110-114.

-           Bokser Liwerant, Judit y Yael Siman (2016) “Antisemitism in Mexico and Latin America: Recurrences and changes” en Steven, Baum et al. (eds.) Antisemitism in North America. New World, Old Hate. Leiden / Boston: Brill, pp. 121-173. 

-           Della Pergola, Sergio (1993) “Jews in the European community: Sociodemographic trends and challenges” Nueva York, American Jewish Year Book.

- Goldstein, Yossi. (2016) “Nuevas formas y manifestaciones del antisemitismo en la actualidad”, en Anuario 2015-2016, Instituto de Ciencias Jurídicas, Universidad de La Matanza, Argentina. Pp. 63-80.

-           Nirenberg, David, (2013) Antijudaism, The Western Tradition, Nueva York, W. W. Norton and Company.

Fuentes electrónicas:

 

 

 

 

Mónica es estudiante de la Maestría Melton y dirige el Oraj Haim de la Ciudad de México.